Mensajes clave
Fomentar el lavado de manos probablemente reduce el numero de veces que los niños tienen diarrea en alrededor de un 30 % en comunidades de países de ingresos bajos y medios y en centros de educación infantil en países de ingresos altos.
No se encontró evidencia acerca de los efectos a largo plazo de los programas de lavado de manos.
¿Qué causa la diarrea?
La "diarrea" es el nombre que se da a las evacuaciones intestinales frecuentes o a las deposiciones de heces inusualmente blandas o acuosas. Las infecciones del intestino causadas por bacterias, virus o parásitos provocan diarrea a menudo y se propagan generalmente a través del agua contaminada con heces.
Los síntomas de la diarrea a menudo mejoran en un par de días. Sin embargo, en la diarrea grave o duradera, se pueden perder demasiada agua, sales y nutrientes del organismo. Esta pérdida puede causar deshidratación e incluso la muerte. La diarrea aguda es la causa principal de mortalidad y enfermedad en los niños menores de cinco años de edad.
Prevención de la diarrea
La mayoría de las muertes asociadas con la diarrea están causadas por patógenos adquiridos como resultado de la falta de agua potable, condiciones insalubres y la falta de higiene. Lavarse las manos con agua y jabón elimina las bacterias, virus y parásitos que causan enfermedades. Se han elaborado programas y actividades que animan a las personas a lavarse las manos para su uso en comunidades y escuelas, que incluyen formación en materia de higiene, carteles, folletos, cómics, canciones y representaciones.
¿Por qué se ha elaborado esta revisión Cochrane?
Se sabe que lavarse las manos en los momentos adecuados puede prevenir la diarrea, pero no se sabe cuál es la mejor manera de fomentar esta práctica. Se quiso averiguar si los programas y actividades que se habían estudiado con ese fin fueron efectivos para aumentar el lavado de manos y reducir la diarrea.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que investigaran el uso de programas para fomentar el lavado de manos en comunidades, guarderías, escuelas, hospitales y hogares. Interesaba saber si la participación en los programas afectaba al número de veces que las personas del estudio declaraban tener diarrea.
Se buscaron los estudios en los que los tratamientos que recibieron las personas se decidieron al azar. Este tipo de estudios suele proporcionar la evidencia más fiable sobre los efectos de un tratamiento.
Fecha de la búsqueda
Se incluyó la evidencia publicada hasta el 8 de enero de 2020.
Datos encontrados
Se encontraron 29 estudios:
13 estudios (en 54 471 personas) se realizaron en guarderías o escuelas de países de ingresos altos principalmente;
15 estudios (en 29 347 personas) se realizaron en un contexto comunitario en países de ingresos bajos y medios; y
un estudio (en 148 personas) se realizó en un contexto hospitalario.
Los estudios examinaron los efectos de los programas de lavado de manos sobre el número de veces que las personas del estudio declaraban tener diarrea. Los efectos de los programas se siguieron durante entre cuatro meses y un año.
Ningún estudio informó de los efectos de los programas de lavado de manos sobre el número de personas que murieron por diarrea, el número de niños menores de cinco años que murieron (por cualquier causa), ni si los efectos beneficiosos asociados con el programa superaron cualquier costo adicional.
¿Cuáles son los resultados de la revisión?
Todos los estudios compararon los efectos de los programas para fomentar el lavado de manos con la ausencia de un programa de lavado de manos.
En guardería y escuelas: en países de ingresos altos, fomentar el lavado de manos redujo el numero de veces que los niños tuvieron diarrea (nueve estudios, 4664 niños); y en países de ingresos bajos y medios podría haber reducido el número de veces que los niños tuvieron diarrea (dos estudios, 45 380 niños).
En comunidades de países de ingresos medios y bajos, fomentar el lavado de manos probablemente reduce el numero de veces que los niños (de hasta 15 años) tuvieron diarrea (nueve estudios, 15 950 niños).
En adultos hospitalizados con sida, el fomento del lavado de manos probablemente redujo el número de veces que tuvieron diarrea y probablemente mejoró la conducta de lavado de manos (lavarse las manos con más frecuencia) al año de seguimiento (un estudio, 148 personas).
¿Qué fiabilidad tienen los resultados?
Existe confianza en que, en países de ingresos altos, los programas de lavado de manos en escuelas y guarderías redujeron el numero de veces que los niños tuvieron diarrea. Es poco probable que la evidencia futura modifique este resultado. Existe menos seguridad acerca del resultado en países de ingresos medios y bajos, que se basa en pocos estudios y podría o no cambiar a la luz de nueva evidencia.
Existe una confianza moderada en los resultados de los niños en la comunidad y los adultos con sida hospitalizados. Estos resultados podrían cambiar si se dispusiera de más evidencia.
La promoción del lavado de manos probablemente reduce los episodios de diarrea en las guarderías infantiles de los países de altos ingresos y en las comunidades que viven en los PIMB, en aproximadamente el 30%. Los ensayos incluidos no aportan evidencia sobre el efecto a largo plazo de esta intervención.
La diarrea es responsable de 1 800 000 muertes de niños en los países de ingresos bajos y medios (PIBM). Una de las estrategias identificadas para prevenir la diarrea es el lavado de manos.
Evaluar los efectos de las intervenciones de promoción del lavado de manos sobre los episodios de diarrea en niños y adultos.
El 8 de enero de 2020 se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, en otras nueve bases de datos, la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el metaRegister of Controlled Trials (mRCT), además de comprobación de referencias, búsqueda de citas y contacto con los autores de los estudios para identificar estudios adicionales.
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) individuales y por conglomerados que compararon los efectos de las intervenciones de lavado de manos sobre los episodios de diarrea en niños y adultos, con ninguna intervención.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la elegibilidad de los ensayos, extrajeron los datos y evaluaron los riesgos de sesgo. Los análisis se estratificaron por guarderías infantiles o escuelas, comunidad y contextos hospitalarios. Cuando fue conveniente, se agruparon los cocientes de la tasa de incidencia (CTI) según el método de la varianza inversa genérica y un modelo de efectos aleatorios con un intervalo de confianza (IC) del 95%. Se utilizaron los criterios GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
Se incluyeron 29 ECA: 13 ensayos de guarderías infantiles o escuelas en países principalmente de ingresos altos (54 471 participantes), 15 ensayos comunitarios en PIMB (29 347 participantes) y un ensayo hospitalario en pacientes con sida en países de ingresos altos (148 participantes). Todos los ensayos y evaluaciones de seguimiento fueron a corto plazo.
La promoción del lavado de manos (actividades educativas, a veces con la provisión de jabón) en las guarderías infantiles o las escuelas previene alrededor de un tercio de los episodios de diarrea en los países de ingresos altos (cociente de tasa de incidencia [CTI] 0,70; IC del 95%: 0,58 a 0,85; nueve ensayos, 4664 participantes, evidencia de certeza alta), y podría prevenir una proporción similar en los PIMB, pero solo dos ensayos en zonas urbanas de Egipto y Kenya lo han evaluado (CTI 0,66; IC del 95%: 0,43 a 0,99; dos ensayos, 45 380 participantes, evidencia de certeza baja). Solo cuatro ensayos informaron sobre medidas de cambio en el comportamiento y los métodos de recopilación de datos fueron susceptibles de sesgo. En un ensayo de los EE.UU. se informó de que el comportamiento de lavado de manos mejoró; y en el ensayo de Kenya que proporcionó jabón gratuito, el lavado de manos no aumentó, pero sí el uso de jabón (datos no agrupados; tres ensayos, 1845 participantes, evidencia de certeza baja).
La promoción del lavado de manos entre las comunidades en los PIMB probablemente previene alrededor de una cuarta parte de los episodios de diarrea (CTI 0,71; IC del 95%: 0,62 a 0,81; nueve ensayos, 15 950 participantes, evidencia de calidad moderada). Sin embargo, seis de estos nueve ensayos procedían de entornos asiáticos, y solo hubo un ensayo en América del Sur y dos en el África subsahariana. En siete ensayos, el jabón se suministró gratuitamente junto con la educación para el lavado de manos, y el tamaño del efecto medio general fue mayor que en los dos ensayos que no suministraron jabón (jabón suministrado: RR 0,66; IC del 95%: 0,58 a 0,75; siete ensayos, 12 646 participantes; solo educación: RR 0,84; IC del 95%: 0,67 a 1,05; dos ensayos, 3304 participantes). Hubo un aumento del lavado de manos en los momentos más importantes (antes de comer o cocinar, después de ir al baño o de limpiar el trasero del niño), y un aumento en el cumplimiento del procedimiento de higiene de las manos (resultado conductual) en los grupos de intervención, en comparación el control, en los ensayos comunitarios (datos no agrupados: cuatro ensayos, 3591 participantes; evidencia de certeza alta).
La promoción del lavado de manos en el único ensayo realizado en un hospital en una población de alto riesgo mostró una reducción significativa de los episodios medios de diarrea (1,68 menos) en el grupo de intervención (diferencia de medias -1,68; IC del 95%: -1,93 a -1,43; un ensayo, 148 participantes, evidencia de certeza moderada). En este ensayo hospitalario la frecuencia del lavado de manos aumentó hasta siete veces al día en el grupo de intervención versus tres veces al día en el grupo control (un ensayo, 148 participantes, evidencia de certeza moderada).
No se encontraron ensayos que evaluaran los efectos de la promoción del lavado de manos sobre las muertes relacionadas con la diarrea ni el coste-efectividad.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.