¿Los medicamentos como la vareniclina y la citisina (agonistas parciales de los receptores de nicotina) pueden ayudar a las personas a dejar de fumar y causan efectos no deseados?

Mensajes clave

· La vareniclina puede ayudar a las personas a dejar de fumar durante al menos seis meses. La evidencia demuestra que funciona mejor que el bupropión y utilizar solo un tipo de tratamiento de reemplazo de nicotina (p. ej., solo parches). Las tasas de abandono podrían ser similares al uso de más de un tipo de tratamiento de reemplazo de nicotina al mismo tiempo (p. ej., parches y chicles juntos).

· La citisina puede ayudar a las personas a dejar de fumar durante al menos seis meses. Es posible que funcione tan bien como la vareniclina, pero la evidencia futura podría mostrar que, aunque ayuda, no es tan útil como la vareniclina.

· Los estudios futuros deberían probar la eficacia y seguridad de la citisina en comparación con la vareniclina y otros medicamentos para dejar de fumar, y también deberían investigar la administración de citisina o vareniclina a diferentes dosis y por diferente duración de tiempo.

¿Qué son los "agonistas parciales de los receptores de nicotina"?

Fumar tabaco es muy perjudicial para la salud. En el caso de las personas que fuman, dejar de fumar es lo mejor que pueden hacer para mejorar su salud. Pero a muchas personas les resulta difícil dejarlo. Los agonistas parciales de los receptores de nicotina (APRN) son un tipo de medicamento utilizado para ayudar a las personas a dejar de fumar. Ayudan a reducir los síntomas de abstinencia que se experimentan al dejar de fumar, como los antojos y los cambios de humor desagradables. También reducen el placer que las personas suelen experimentar cuando fuman. El tratamiento más extendido de este tipo de medicamentos es la vareniclina. La citisina es otro medicamento similar. Podrían causar efectos no deseados como náuseas y otros problemas estomacales, dificultades para dormir, sueños extraños y dolor de cabeza. También podrían provocar efectos no deseados potencialmente graves, como pensamientos suicidas, problemas cardiacos y aumento de la tensión arterial.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quería averiguar si el uso de los APRN puede ayudar a las personas a dejar de fumar y si provocan efectos no deseados. Se quería saber:

· cuántas personas dejaron de fumar durante al menos seis meses; y

· cuántas personas tuvieron efectos no deseados.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que investigaran los APRN utilizados para ayudar a las personas a dejar de fumar. Las personas de los estudios tenían que ser elegidas al azar para recibir un APRN, u otro APRN, placebo (un medicamento como el NRPA pero sin principios activos) o ningún tratamiento. Debían ser fumadores de tabaco adultos que quisieran dejar de fumar.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 75 estudios que compararon los APRN con:

· placebo o ningún medicamento;

· tratamiento de reemplazo de nicotina (TRN), como parches o chicles;

· bupropión (otro medicamento para ayudar a dejar de fumar);

· otro APRN;

· cigarrillos electrónicos.

EE. UU. acogió el mayor número de estudios (28 estudios). Otros estudios se realizaron en diversos países del mundo, algunos en varios países.

Resultados principales

Las personas tienen más probabilidades de dejar de fumar durante al menos seis meses con el uso de la vareniclina que con placebo (41 estudios, 17 395 personas), bupropión (nueve estudios, 7560 personas) o solo un tipo de tratamiento de reemplazo de nicotina, como los parches solos (11 estudios, 7572 personas). Podrían tener las mismas probabilidades de dejar de fumar que las personas que utilizan dos o más tipos de tratamiento de reemplazo de nicotina, como parches y chicles juntos (cinco estudios, 2344 personas).

La citisina probablemente ayuda a dejar de fumar a más personas que el placebo (cuatro estudios, 4623 personas) y podría ser tan eficaz como la vareniclina (dos estudios, 2131 personas).

Por cada 100 personas que utilizan vareniclina para dejar de fumar, entre 21 y 25 podrían conseguirlo, en comparación con solo 18 de cada 100 personas que utilizan bupropión, 18 de cada 100 personas que utilizan una única forma de tratamiento de reemplazo de nicotina y 20 de cada 100 que utilizan dos o más tipos de tratamiento de reemplazo de nicotina. Por cada 100 personas que utilizan la citisina para dejar de fumar, entre 18 y 23 podrían conseguirlo.

El efecto secundario más frecuente de la vareniclina fueron las náuseas, pero ocurren principalmente a niveles leves o moderados y generalmente ceden con el transcurso del tiempo. Es probable que las personas que toman vareniclina tengan una mayor probabilidad de sufrir efectos no deseados más graves que pudieran provocar una hospitalización; sin embargo, estos siguen siendo poco frecuentes (del 2,7% al 4% de las personas que toman vareniclina, en comparación con el 2,7% de las personas que no la toman) y podrían incluir muchos que no están relacionados con la vareniclina. Las personas que toman citisina también podrían tener una probabilidad ligeramente mayor de sufrir efectos no deseados graves en comparación con las personas que no la toman, pero esto podría ser menos probable en comparación con la vareniclina.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La evidencia de algunos de los resultados de esta revisión es muy confiable. Se tiene confianza en que la vareniclina ayuda a las personas a dejar de fumar mejor que muchas otras alternativas. Se tiene menos confianza en el caso de otros resultados porque los estudios que aportaron la evidencia fueron menos o más pequeños.

Varios resultados indican que un tratamiento es mejor o menos perjudicial que otro, pero también podría ser cierto lo contrario.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta el 29 de abril de 2022.

Conclusiones de los autores: 

La citisina y la vareniclina ayudan a más personas a dejar de fumar que el placebo o ninguna medicación. La vareniclina es más eficaz para ayudar a las personas a dejar de fumar que el bupropión, o que una única forma de TRN, y podría ser tanto o más eficaz que la TRN de forma dual. Las personas que toman vareniclina tienen probablemente más posibilidades de presentar EAG que las que no la toman, y aunque podría haber un mayor riesgo de EAG cardíacos y un menor riesgo de EAG neuropsiquiátricos, la evidencia fue compatible tanto con efectos beneficios como perjudiciales. La citisina podría dar lugar a que menos personas informen EAG, en comparación con la vareniclina. Según los estudios que compararon directamente la citisina y la vareniclina, es posible que no haya diferencias o que cualquiera de los dos medicamentos aporte beneficios para dejar de fumar.

Los ensayos futuros deberán probar la eficacia y la seguridad de la citisina en comparación con la vareniclina y otras farmacoterapias, así como variaciones en la dosis y la duración. La realización de más ensayos que evalúen el efecto de la vareniclina en dosis estándar en comparación con placebo para el abandono del hábito de fumar tiene un beneficio limitado. Los ensayos adicionales sobre la vareniclina deben probar las variaciones en la dosis y la duración, y comparar la vareniclina con los cigarrillos electrónicos para el abandono del hábito de fumar.

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Antecedentes: 

Los agonistas parciales de los receptores de nicotina pueden ayudar a las personas a dejar de fumar mediante la combinación de mantener niveles moderados de dopamina para contrarrestar los síntomas de abstinencia (acción agonista) y reducir la satisfacción de fumar (acción antagonista). Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2007.

Objetivos: 

Evaluar la eficacia de los agonistas parciales de los receptores de nicotina, que incluyen la vareniclina y la citisina, para el abandono del hábito de fumar.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas de ensayos en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Tabaquismo (Cochrane Tobacco Addiction Group) en abril de 2022, con el uso de términos relevantes en el título o el resumen, o como palabras clave. El registro se elabora a partir de búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase y PsycINFO. 

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados que compararon el fármaco de tratamiento con placebo, otro fármaco para el abandono del hábito de fumar, cigarrillos electrónicos o ninguna medicación. Se excluyeron los ensayos que no informaron un período de seguimiento mínimo de seis meses a partir del inicio.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos Cochrane estándar. El desenlace principal de la revisión fue la abstinencia de fumar en el seguimiento más largo, utilizando la definición más rigurosa de abstinencia, prefiriendo las tasas validadas bioquímicamente cuando se informaron. Las razones de riesgos (RR) se agruparon mediante el modelo de efectos fijos de Mantel-Haenszel. También se proporcionó el número de personas que notificaron eventos adversos graves (EAG).

Resultados principales: 

Se incluyeron 75 ensayos con 45 049 personas; 45 fueron nuevos en esta actualización. 22 se consideraron con bajo riesgo de sesgo, 18 con alto riesgo y 35 con riesgo incierto.

Se encontró evidencia de certeza moderada (limitada por la heterogeneidad) de que la citisina ayuda a más personas a dejar de fumar que el placebo (RR 1,30; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,15 a 1,47; I 2 = 83%; cuatro estudios, 4623 participantes) y ninguna evidencia de una diferencia en el número que informó EAG (RR 1,04; IC del 95%: 0,78 a 1,37; I 2 = 0%; tres estudios, 3781 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia sobre los EAG fue limitada debido a la imprecisión. No se encontraron datos sobre los EAG neuropsiquiátricos o cardíacos.

Se encontró evidencia de certeza alta de que la vareniclina ayuda a más personas a dejar de fumar que el placebo (RR 2,32; IC del 95%: 2,15 a 2,51; I 2 = 60%; 41 estudios, 17 395 participantes) y evidencia de certeza moderada de que las personas que toman vareniclina tienen más probabilidades de informar EAG que las que no la toman (RR 1,23; IC del 95%: 1,01 a 1,48; I 2 = 0%; 26 estudios, 14 356 participantes). Aunque las estimaciones puntuales indicaron un aumento del riesgo de EAG cardíacos (RR 1,20; IC del 95%: 0,79 a 1,84; I2 = 0%; 18 estudios, 7151 participantes; evidencia de certeza baja) y una disminución del riesgo de EAG neuropsiquiátricos (RR 0,89; IC del 95%: 0,61 a 1,29; I2 = 0%; 22 estudios, 7846 participantes; evidencia de certeza baja), en ambos casos la evidencia estuvo limitada por la imprecisión y los intervalos de confianza fueron compatibles tanto con efectos beneficiosos como perjudiciales.

Los resultados agrupados de los estudios que asignaron al azar a las personas a recibir citisina o vareniclina no encontraron evidencia clara de diferencias en las tasas de abandono (RR 1,00; IC del 95%: 0,79 a 1,26; I 2 = 65%; dos estudios, 2131 participantes; evidencia de certeza baja) ni en los EAG informados (RR 0,67; IC del 95%: 0,44 a 1,03; I 2 = 45%; dos estudios, 2017 participantes; evidencia de certeza baja). Sin embargo, la evidencia fue limitada debido a la imprecisión y los intervalos de confianza incluyeron la posibilidad de efectos beneficiosos de la citisina o la vareniclina. No se encontraron datos sobre los EAG neuropsiquiátricos o cardíacos.

Se encontró evidencia de certeza alta de que la vareniclina ayuda a más personas a dejar de fumar que el bupropión (RR 1,36; IC del 95%: 1,25 a 1,49; I 2 = 0%; nueve estudios, 7 560 participantes) y no se encontró evidencia clara de diferencias en las tasas de EAG (RR 0,89; IC del 95%: 0,61 a 1,31; I 2 = 0%; cinco estudios, 5317 participantes), EAG neuropsiquiátricos (RR 1,05; IC del 95%: 0,16 a 7,04; I 2 = 10%; dos estudios, 866 participantes) o EAG cardíacos (RR 3,17; IC del 95%: 0,33 a 30,18; I 2 = 0%; dos estudios, 866 participantes). La evidencia acerca de los efectos perjudiciales fue de certeza baja, limitada por la imprecisión.

Se encontró evidencia de certeza alta de que la vareniclina ayuda a más personas a dejar de fumar que una sola forma de tratamiento de reemplazo de nicotina (TRN) (RR 1,25; IC del 95%: 1,14 a 1,37; I 2 = 28%; 11 estudios, 7572 participantes) y evidencia de certeza baja, limitada por la imprecisión, de menos EAG informados (RR 0,70; IC del 95%: 0,50 a 0,99; I 2 = 24%; seis estudios, 6535 participantes). No se encontraron datos sobre los EAG neuropsiquiátricos o cardíacos.

No se encontró evidencia clara de una diferencia en las tasas de abandono del hábito de fumar entre la vareniclina y la TRN de forma dual (RR 1,02; IC del 95%: 0,87 a 1,20; I 2 = 0%; cinco estudios, 2344 participantes; evidencia de certeza baja, disminuida debido a la imprecisión). Aunque las estimaciones puntuales agrupadas indicaron un mayor riesgo de EAG (RR 2,15; IC del 95%: 0,49 a 9,46; I 2 = 0%; cuatro estudios, 1852 participantes) y EAG neuropsiquiátricos (RR 4,69; IC del 95%: 0,23 a 96,50; I 2 no estimable ya que solo hubo eventos en un estudio; dos estudios, 764 participantes), y un menor riesgo de EAG cardíacos (RR 0,32; IC del 95%: 0,01 a 7,88; I 2 no estimable ya que solo hubo eventos en un estudio; dos estudios, 819 participantes), en los tres casos la evidencia fue de certeza baja y los intervalos de confianza fueron muy amplios, lo que incluye tanto efectos perjudiciales como beneficiosos importantes.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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